Origen
Es una de las razas más antiguas del mundo, datándose originaria de la Península Arábiga 2500 años a.C. Es una raza pura conservada a través de los siglos por la sabiduría y aguda observación de los pueblos nómadas de la Península Arábiga, a los nómadas se le debe que fueron los primeros en criar y domesticar bajo el concepto de cría y selección animal a base de pedigríes, familias y corrientes de Sangre. El caballo Árabe principalmente fue escogido para las batallas, por lo cual buscaban ciertas cualidades dentro de este, como su resistencia y velocidad, y la seguridad del que lo montaba (Jinete). De ahí la exportación de esta raza a diversas partes del mundo para las guerras y conquistas, por su principal cualidad; la gran velocidad, además de ser los primeros caballos en concursar en las carreras hípicas muy conocidas e influyentes en la actualidad.
Los datos históricos genealógicos y demás investigaciones afirman que la raza pura Árabe no es una subraza, por el contrario un raza fundadora, escogida para obtener razas específicas que cumplieran los propósitos que se buscaba. El caballo Árabe ha contribuido a la formación de la gran mayoría de razas que existen en la actualidad por medio de cruzamiento teniendo razas de sillas, de tiro pesado y tiro liviano, entre otras.
Características del Caballo Árabe
Dado su belleza, la armonía y el equilibrio de sus formas que resaltan del Árabe que unidas a su temperamento y distinción, hacen de él la más elegante cabalgadura siendo lo que más impresiona a primera vista en un Caballo Árabe. El "Caballo del desierto" es un caballo versátil, veloz en su tipo, ágil, de mucho coraje, resistencia, sumamente inteligente, brioso pero dócil, de un excelente andar y una gran afinidad con el ser humano. La belleza de su cabeza, generalmente cóncava, sus ojos grandes y expresivos, ollares amplios y de paredes finas, su cuello arqueado, su lomo corto, su cola erguida y la plasticidad de sus movimientos lo de definen como, "El caballo más elegante".
Se diferencia de otras razas por su corta estatura, con 17 pares de costillas, 5 huesos lumbares y 16 vértebras caudales, frente al resto de caballos que tienen 18 costillas, 6 huesos lumbares y 7 vértebras. Esta morfología tan particular posibilita al animal cargar más peso que otras razas. Como consecuencia o gracias a la ausencia de la última vértebra les da la habilidad de levantar la cola, lo que les da un aire señorial y distinguido. Una cola y una crin extremadamente suaves.
Existen ciertas características que lo distinguen como tipo Árabe, enumeradas a continuación:
- Cabeza: de perfil comparativamente pequeño, recta o preferentemente ligeramente cóncava bajo los ojos.
Comparativamente corta distancia entre los ojos y el hocico. Quijada profunda, hocico pequeño, ollares
grandes. La frente es ancha, los ojos son grandes y vivaces, y prominentes. Las orejas son cortas y finas.
- El cuello: Largo, arqueado, insertado alto y bien atrás en las espaldas. La garganta es fina y limpia.
- Lomo: es corto y fuerte
- La grupa: Comparativamente horizontal, fuerte y plana.
- La cola: De porte naturalmente alto, elevada con elegancia y rectitud.
- Piel muy fina y adherida,
pelo corto y brilloso.
Los pelajes que se admiten son: Alazanes, zainos, tordillos y ocasionalmente negros.
Estos equinos tienen una alzada de aproximadamente 1,42 a 1,52 m. y un peso adulto de 350 a 450 kg.
Comportamiento y carácter
A pesar de ser un animal de sangre caliente, tiene un excelente carisma y temperamento. Es muy fogoso, activo y fuerte, pero a la vez muy dócil y paciente. Algo en particular que destaca es su enorme inteligencia y su sensibilidad.
Este animal adora la compañía humana, siempre busca el cariño y respeto. Como los humanos lo han domesticado y sobre todo cuidado, ha generado una sensibilidad al cariño ofrecido por sus dueños. se muestra complaciente con su acompañante y es perfecto para los niños.
Aptitudes y usos
Son muy resistentes y ágiles, de muy buen andar, mejoradores por excelencia en cruzamientos con razas de
silla y trabajo.
Se lo utiliza como caballo de exhibición, silla, carreras, competencias de resistencia y en cruzamientos como
mejorador.
Alimentación
La alimentación va ligada al peso, la edad y la actividad física. Por lo general se le suele proporcionar un kilo de alimento por cada 45kilos de peso; sabiendo que un caballo Árabe pesa 450kg de media, estaríamos hablando de 10kg de alimento al día.
Como todos los caballos son herbívoros, por tanto se alimentan de pasto y diversas plantas(heno, alfalfa, avena, hierba fresca,...) o concentrado de avena, cebada, maíz o salvado. El pan duro, las verduras y las frutas serán bien recibidas por el caballo. Y por último y no menos importante, piedra de sal para que reciba calcio y vitaminas.
Higiene y limpieza
Se necesita de un aseo a diario, si nosotros no podemos, debemos tener un encargado del cuidado del caballo. La idea es quitar la suciedad acumulada de los paseos, así como el pelo suelto y que el animal se familiarice con nosotros.
Antes de montar, se debe limpiar los cascos con un limpia cascos o cepillo especial; esto es importante para evitar posibles lesiones o infecciones. Es recomendable cepillar al caballo con una almohaza, que deslizaremos haciendo círculos por todo su cuerpo, al finalizar también podemos pasar un cepillo de raíces a favor del pelo para eliminar el pelo muerto o caído. Si la crin y la cola del caballo están enredadas podemos usar un peine especial.
Al terminar la monta se debe volver a limpiar al caballo. Si hace frío lo ideal es darle una ducha a las patas con agua, si hace calor se ducha completamente al caballo Árabe. Limpiar los cascos de las patas con un cepillo hasta que queden bastante limpios. Después, se recomienda secarlo con un limpiasudor. Para la ducha solo será necesario agua y jabón si el caballo quedó excesivamente sucio después de la monta, con jabones especiales. No se debe enjabonar la cabeza.
Cuando hace frío se puede reemplazar las duchas y hacer una limpieza con unas toallas calientes. De la siguiente manera: se llena un balde grande con agua caliente y le adicionamos un poco de jabón especial, con una toalla mojada en el balde y luego de escurrirla limpiamos al caballo.
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